En esa casa vieja
donde no vive nadie,
bebes silencio en cada lugar
tenue, desnudo, frío
sucumbe en inercia.
Cada crujido de madera
es el latido de muertos.
Las paredes extrañan sus moradores
Los años capataces castigan soñadores
Como la lluvia en la ventana
En la noche y a contra luz
Cae lentamente y a momentos
marcando el sinuoso trayecto impredecible
De la vida misma en su pálido estallido
Como una muerte silenciosa
Sucumbe allí, frágil en su penumbra se desvanece ..................