El puente de Cantillana, de doscientos veinte metros de
largo y con diecisiete ojos, fue construido por mandato del arquitecto Gaspar
Méndez entre los años 1531 y 1535, en tiempos del emperador Carlos V. Es una
obra de ingeniería para salvar el curso del río Gévora, afluente del Guadiana,
cerca de la ciudad de Badajoz, en el antiguo camino de Cáceres. Fue paso usado
hasta principio de los años 80 del siglo pasado, aunque en la actualidad se
encuentra en un pésimo estado de conservación. El puente disponía de dos
lápidas de piedra alusivas a su construcción, colocadas en la parte central del
puente. Una de estas desapareció en algún momento de la historia del puente, la
lápida restante fue trasladada al Museo Arqueológico Provincial en 1990. El coste de la construcción de la obra se obtubo de la venta de la bellota común .
