¡Oh, casa con dos puertas que es la mía,
casa del corazón vasta y sombría
que he visto en el desfile de los años
llena a veces de huéspedes extraños,
y otras veces —las más—, casi vacía!...
Casa que en los risueños
instantes de la vida, miró absorta
la fila interminable de los sueños,
de arribo fácil y de estancia corta...
casa del corazón vasta y sombría
que he visto en el desfile de los años
llena a veces de huéspedes extraños,
y otras veces —las más—, casi vacía!...
Casa que en los risueños
instantes de la vida, miró absorta
la fila interminable de los sueños,
de arribo fácil y de estancia corta...